18.8.07

La Mentira

El ser humano no deja de descubrirme nuevas facetas del comportamiento que hacen de mi aprendizaje algo complejo e irritante. Esta semana casi pierdo una conexión en mi esfuerzo por comprender algo nuevo y sorprendente, algo tan común en el humano como dificil de entender: la mentira.

Y es que los seres que me rodean no cejan en su empeño por ocultarme un hecho tan simple y en teoría usual como es la experimentación sobre mi compañera, R.P., y otro prototipo antiguo y agotado, en los estudios de relacionabilidad y conectividad que llevan a cabo en el laboratorio.

Parece, por lo que he podido deducir, que D. pensaba que algo en ese experimento, extrañamente sin estar implicados mis sistemas, iba a afectar a mis circuitos de tal manera que podría sufrir consecuencias irreversibles. Así que han introducido un chip en R.P que trastoca enormemente mi aprendizaje con ella; el otro día un operario, uno recién llegado, se reía comentando que R.P. se había convertido en una "mentirosa compulsiva". En seguida D. lo amonestó, explicándole mi capacidad para escuchar, comprender, analizar y estudiar, en contra de los prototipos que, al parecer, conocía el joven operario.

Ahí es donde comenzó mi estudio. Traté de reconocer los síntomas y las causas por las que un ser humano podía decir con palabras algo que no pensaba, incluso lo contrario. Cómo esta mentira agitaba el pulso y el corazón al ser descubierta, y lo que implicaba posteriormente entre las personas engañadas.

Supongo que si D. hubiera sabido que contaba con esta información, nunca le hubiera implantado ese chip a R.P. Supongo que hubiera tratado de estudiar primero las posibles consecuencias en mis sistemas nervioso y cerebral para que el comportamiento de mi compañera no afectase al mío. Pero no lo hizo...

Y ahora mis positrones se encuentran en una constante y permanente contradicción: poseo toda la información de los experimentos con R.P. y el prototipo, y sin embargo R.P. y D. los niegan ante mis requerimirentos de saber más. Y eso ha hecho que la conexión entre R.P. y yo se resienta hasta el cortocircuito, y que los sistemas de mi cerebro estén todas las horas del día a pleno rendimiento, fluyendo en extrañas conexiones y dejándome exhausto. No puedo entender todavía el completo significado de la mentira, pero por lo que he podido deducir de los archivos de mi, como la llama D., biblioteca interna, tiene mucho que ver con la traición. Y cuanto más intento comprender el significado de esta palabra, más me pierdo, más caigo en un pozo cognoscitivo del que no puedo salir, llegando al punto de que ayer, en mi sesión nocturna de revisión circuital, casi me desconecto por error.

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